Mauricio Díaz : Nueva Ópera Chilena
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OBC

1.12.2004

Porqué La Casa de La Nueva Ópera

La Casa de La Nueva Ópera

La ópera en nuestro país ha sido vista como una experiencia artística elitista, que ya no satisface las demandas de un público nuevo que ha perdido el placer de disfrutar de una de las expresiones musicales y teatrales más intensas que se haya creado. La tradición operística en Chile se ha encargado de cimentar las bases de un edificio cultural que no avanza en su construcción. Los esfuerzos de muchos sectores del país se encargan de sostener un tejado agrietado que cede mas y más con cada obra segura y probada que en él se exhibe.

La Casa de la Nueva Opera pretende demostrar que el gusto por la ópera no está confinado a un grupo seleccionado de personas.

El valor artístico de esta forma de expresión puede ser entregado con humildad a un público que busca actividades artísticas y culturales que le enriquezcan y devuelvan todo aquello que no encontramos en la vida cotidiana: las historias de amor, horror y los mitos que hacen cuestionar nuestras vidas…

La ópera puede representar todas esas ideas y todas las que surjan con el paso del tiempo, la ópera también puede representar al hombre común.


¿Porqué es necesario revitalizar el género?

La ópera en Chile esta ligada al Teatro Municipal (como en muchos otros paises), siendo esta la única institución que desarrolla un trabajo sostenido, presentando anualmente un repertorio limitado a lo clásico. Por mucho tiempo, estas obras han sido exclusivas para un determinado grupo de personas, que ya sea por su alto nivel cultural o su poder adquisitivo se congregan en torno al teatro para disfrutar de la ópera.

El Teatro Municipal ha intentado revertir este hecho, llevando su repertorio en versiones más sencillas, hasta lugares donde la población nunca había oído hablar de este tipo de espectáculos.

Parece insólito, que en nuestro país, la única institución que enfrente este género, sea dicha casa.

La Casa de la Nueva Opera, aspira a convertirse en un segundo hogar para la investigación y el desarrollo de espectáculos ligados a la música y la escena. La Casa de la Nueva Opera desarrolla sus montajes con artistas chilenos o residentes. La temática y producción son desarrollados con una perspectiva localista, que pretende llegar a encontrar una nueva mirada, un vuelco estilístico en el terreno de la música para la representación.

En nuestros proyectos hacemos uso de instrumentos y tecnología musical que habitualmente no es considerada. Samplers, sintetizadores y demás artefactos digitales, que permitan la elaboración de nuevos sonidos, que reflejen el sentir de los creadores y el público de este comienzo de siglo.

En la puesta en escena, apelamos al minimalismo, al uso de lo esencial. Espacios limpios y despojados de signos distractores, pero no por ello carente de poesía y calidad estética. Imágenes escénicas muy modernas, como las que encontraríamos en los mejores espectáculos contemporáneos en cualquier sala del mundo.

Queremos desligarnos de la imagen Wagneriana de la ópera, donde la “espectacularidad” convierte a la ópera en un monstruo inalcanzable en su realización. Recordar que en un comienzo, la ópera estuvo destinada a la entretención del pueblo, por su fácil lectura y sencillez significante.

Desde su primer estreno, La Casa de La Nueva Opera se propuso encontrar temas que fueran parte de un imaginario común, un ideario latinoamericano, entendible en todas partes, a través de la música, y transmitirlo esperando reformar un género que en estas latitudes aún no es capaz de remontar en espíritu y estimular la creación.

¿Porqué la ópera?

La ópera, principalmente, es una manifestación artística que reúne distintas formas de expresión (teatro, música, plástica, etc.), las que en su conjunto potencian la existencia de un sentir en estado puro y nos lleva a la identificación sin pasar por la arbitrariedad de la palabra descontextualizada.

El código musical, asiste de manera inmediata a nuestro inconsciente, adentrándose hasta el espacio de nuestros sentimientos. La belleza plástica nos sugiere una serie de sensaciones que distan mucho de una realidad inmediata y sensacionalista. La palabra, existe en cada uno de nosotros y abre la posibilidad de infinitas significaciones. La presencia, público v/s intérprete, da un carácter único y crea un espacio de encuentro donde la comunicación recíproca fluye de manera espontánea, en perfecta convivencia, volviéndose protagonistas todos quienes se encuentren compartiendo la experiencia operística.

Aquí es donde la música cumple su función de transmisor de emociones, traspasando toda barrera social y cultural, precisamente porque no requiere de una comprensión intelectual consciente de una idea, sino de la comunicación entre los sentidos y nuestra experiencia.

Nueva Ópera

Desde el estreno de Patria (1998), La Casa de La Nueva Ópera se propuso encontrar la manera de enfrentar la creación de música para la escena desde una perspectiva localista en sus aspectos musicales y dramatúrgicos.

Los estrenos de Tántalo y Arequipa cerraron un ciclo de tragedias que afianzaron esta búsqueda de una nueva mitología inspirada en la realidad latinoamericana, en donde el Chile actual se posiciona en la búsqueda de nuevas sonoridades y propuestas de creación para la escena musical y escénica.

Mauricio Díaz, Septiembre 1998